El amor de pareja es un evento natural impresionante: por lo general comienza con la fuerza de un desastre natural, impaciente, lleno de adrenalina, de anhelos e ilusiones, apoyado por besos interminables, fogosos y pasionales. Después de un tiempo, y al vivir con esta persona, las cosas cambian. La impaciencia disipa, igual que la adrenalina, y lo que eran noches de dormir pegados con las piernas entrelazadas se convierten en noches de sueño profundo, muchas veces cada uno en su lado de la cama, incluso viendo hacia lados opuestos, pero siempre tocando con los dedos de los pies el pie del otro. Después de estar muchos años con alguien, ya no hay mariposas. El corazón no se acelera cada vez que se acercan... más bien todo se vuelve mucho más calmado y tranquilo. Al estar acostados juntos y escuchar su respiración, el corazón late aún más despacio, inmerso en una seguridad y calma que solamente da paz. Ahora existen más de mil besos distintos, cada uno con un mensaje y trasfondo diferente. La vida romántica ya no es una montaña rusa, es tu hogar. Es aquí donde lo mundano se vuelve magia, las miradas lo comunican todo, y las risas...las risas lo alimentan de todos los nutrientes necesarios para los días difíciles.
Los seres humanos nos manifestamos con y a través de nuestro cuerpo. Estas manifestaciones, que son pensamientos, emociones y sentimientos, son parte del cuerpo que las vive. El ser humano solamente cuenta con su cuerpo como vehículo para estar, tanto en su mundo, como en el mundo externo. A través de los sentidos podemos tener acceso al mundo externo e interpretarlo con ayuda de lo que tenemos ya adquirido en el mundo interno. Vivimos solamente a través de esto. Desde el nacimiento, por medio de la acción, se va transformando como corporeidad. Este proceso se va desarrollando a lo largo de la vida en la cual vamos cambiando y conociéndonos, dependiendo de la imagen corporal que desarrollamos y tenemos de nosotros mismos, y la idea de esta imagen que dejamos que los demás vean. El ser humano se expresa, se comunica, vive con, por y a través de su corporeidad. Desde el nacimiento, el ser humano tiene que expresarse y lo hace con el cuerpo- es el vehículo p
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